Recientemente tuve la ocasión de visitar Lisboa, ciudad
impresionante por sus edificaciones, y estructuras singulares.
Cerca de la Torre de Belem, entramos en un Starbucks
Coffee a reponer fuerzas, y resultó que el edificio donde se alojaba, estaba
rehabilitado con mucho cuidado del detalle, de manera que se dejó la estructura
de madera vertical a la vista.
Así, se podían ver los pontones de madera apoyados por
una parte en los muros de carga de fachada y de caja de escalera y por otra, en
los entramados de pilarillos y vigas de madera arriostrados paralelos a la
fachada principal, logrando así dejar luminosa toda la estancia.
Una rehabilitación realizada con mucho esmero mezclando
la estructura antigua con el uso moderno actual.